LA EVOLUCIÓN DEL RADICALISMO ENTRERRIANO
La evolución del radicalismo entrerriano.
El radicalismo entrerriano, con una rica historia de lucha y transformación, ha experimentado una notable cercanía con el conservadurismo a lo largo de su evolución política. Esta proximidad se refleja en la configuración de alianzas estratégicas y en la adopción de posturas políticas que, en ocasiones, han divergido de los ideales progresistas y populares con los que habitualmente se asocian a la Unión Cívica Radical (UCR).
Gobernador Celestino Marcó
Contexto histórico del radicalismo en Entre Ríos
Desde su fundación, la Unión Cívica Radical se posicionó como una fuerza política reformista y antioligárquica, enfrentándose a las élites conservadoras que dominaban la política argentina a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En Entre Ríos, como en muchas provincias, el radicalismo luchó por romper el dominio de los caudillos conservadores que controlaban el poder a través de prácticas clientelistas y un sistema electoral restringido. Sin embargo, la complejidad de la política provincial y la necesidad de ganar apoyo en un escenario político diverso llevaron al radicalismo entrerriano a acercarse gradualmente a elementos conservadores, especialmente en momentos de crisis y realineamientos políticos.
La Época de los Radicales Antipersonalistas
Uno de los períodos clave en los que se manifestó esta cercanía fue durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), cuando los radicales antipersonalistas, opuestos al liderazgo de Hipólito Yrigoyen, buscaron alianzas con sectores conservadores para fortalecer su posición. En Entre Ríos, figuras como Celestino Marcó, destacado antipersonalista, jugaron un papel crucial en la formación de una coalición que combinaba elementos del radicalismo con intereses conservadores locales.
Esta alianza fue tanto una estrategia para contrarrestar el dominio de los yrigoyenistas como una adaptación a la realidad política provincial, donde la influencia conservadora seguía siendo fuerte. Los antipersonalistas lograron así un equilibrio que les permitió mantener el control y, al mismo tiempo, incorporar a sectores conservadores que veían con recelo las políticas de Yrigoyen.
La Década Infame y la Convergencia Radical-Conservadora
La llamada "Década Infame" (1930-1943), caracterizada por gobiernos de facto y elecciones fraudulentas, vio una mayor colaboración entre el radicalismo entrerriano y las fuerzas conservadoras. Durante este período, el país estuvo bajo el dominio de una alianza entre conservadores y radicales antipersonalistas, conocidos como la Concordancia, que gobernó con apoyo militar y un sistema electoral manipulado.
En Entre Ríos, esta convergencia se tradujo en un estrecho vínculo entre los radicales y los conservadores locales, quienes compartían el objetivo de mantener el orden y la estabilidad frente al creciente descontento social. La colaboración se expande a la formación de gobiernos provinciales que adoptan una agenda moderada y conservadora, en contraste con el radicalismo más progresista y popular de los años anteriores.
El Peronismo y el Reposicionamiento Radical
El surgimiento del peronismo en la década de 1940 marcó un nuevo capítulo en la relación entre el radicalismo entrerriano y el conservadurismo. Frente al ascenso del movimiento peronista, que atrae a gran parte de las bases populares que antes apoyaban al radicalismo, muchos radicales se vieron en la necesidad de redefinir sus alianzas y estrategias.
En Entre Ríos, el radicalismo se dividió entre aquellos que buscaban mantener una postura de oposición firme al peronismo y aquellos que estaban dispuestos a colaborar con sectores conservadores para frenar el avance peronista. Esta dinámica resultó en una mayor proximidad con el conservadurismo, visto como un aliado en la defensa de los intereses tradicionales y el orden social frente a las reformas impulsadas por el peronismo.
Radicalismo, conservadurismo y la política contemporánea
En las últimas décadas, la proximidad entre el radicalismo entrerriano y el conservadurismo ha seguido manifestándose, especialmente en el contexto de coaliciones electorales. La formación de la Alianza UCR-FREPASO en los años 90 y la posterior creación de Cambiemos en 2015 y de Juntos por Entre Ríos en 2022, que unió a la UCR con la Propuesta Republicana (PRO) y otros partidos conservadores, refleja esta tendencia.
En Entre Ríos, la UCR ha jugado un papel fundamental en estas coaliciones, adoptando una posición que a menudo se alinea más con el conservadurismo moderado que con el radicalismo progresista de sus orígenes.
Conclusión
La historia del radicalismo entrerriano está marcada por una interacción continua con el conservadurismo, una dinámica que ha influido significativamente en su evolución y posicionamiento político. Desde las alianzas con los antipersonalistas hasta las coaliciones contemporáneas, el radicalismo entrerriano ha demostrado una notable capacidad para colaborar con fuerzas conservadoras. Este legado "antipersonalista" sigue siendo relevante hoy en día, y continúa dándole la espalda al radicalismo tal como lo concibieron Alem e Yrigoyen.
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